METAL Y HUESO: LA MAESTRÍA DE MARION COTILLARD

Hay películas complejas, no tan fáciles de digerir tras verlas, una de ellas es: "Metal y hueso" (Francia, 2012) del realizador Jacques Audiard, quien aún lo recordamos con su espléndido filme "El profeta" o su ópera prima "Lee mis labios". En su trabajo más reciente se basa en la novela de Craig Davidson, para mostrarnos una tragedia, un giro de 360 grados en la existencia de una joven mujer que lo tenía todo para triunfar.
Stéphanie (soberbia Marion Cotillard) es entrenadora de orcas en Marineland, un día sufre un accidente fatal, sus dos piernas son devoradas por una orca; mutilada, en un principio querrá morir, con el paso del tiempo, aprenderá la amarga lección de que nada es para siempre.
Pero no se trata de contar la historia de una de las 7 películas, que este 2012, forman parte de la programación del décimo sexto Tour de Cine Francés, sino de destacar que conforme ha pasado el tiempo, Cotillard se ha ido posesionando en el lugar de una de las mejores actrices, no sólo francesas, sino a un nivel internacional.
En la cinta de Audiard ella ofrece una actuación magistral, sin sobreactuarse en ningún momento, mimetizada con una joven que debe adaptarse a un nuevo tipo de vida, de modo digno, y que en su camino es apoyada por un hombre opuesto a ella (Matthias Schorrenats), pero que a pesar de su aspecto un tanto agreste tiene un gran corazón.
La primera parte de "Huesos y metal", es decir su primera hora es magnética, potente a nivel cinematográfico, apoyada por una espléndida partitura de Alexander Desplat; sin embargo, conforme avanza el metraje la trama naufraga, pero supongo que es más problema, de la novela en que se basa, que del talento de Jacques Audiard, sin lugar a dudas, uno de los importantes cineastas galos de la actualidad.

Pero, a pesar de ello, pienso que es el plato fuerte de este Tour, y si les recomiendo que la vean, sobre todo insisto por la excelsa Marion Cotillard.