"EL GRILLO": UNA VEZ SUZANNE LEBEAU

La trama es por demás sencilla, Teo es un pequeño niño solitario, que no encuentra mayores nexos de comunicación con sus padres, cierto día en sus andanzas por el campo, se vuelve amigo de un insecto, quien le dará grandes lecciones en torno a la vida efímera y la muerte intempestiva. Tal es "El grillo", la obra de la dramaturga canadiense Suzanne Lebeau, de quien el año pasado vimos el montaje "El ruido de los huesos que crujen" en la sala sede de la Compañía Nacional de Teatro.
Ahora "El grillo" es escenificada en el formato de "Teatro de Papel", es decir dos actrices: Lorena Bojórquez y Sandra Rosales, (también la directora del espectáculo).manipulan a los muñecos que dan vida a los personajes, sobre una mesa, que cuenta con un pequeño multimedia- muy afortunado-, y algunos objetos para complementar el desarrollo de la acción escénica.
Montaje pensado para espectadores desde los 4 años, en su discurso sencillo tiene tan profundas reflexiones como la siguiente: "Quiero hablar de la vida con toda su complejidad sin tratar de dar razonamientos simples a cuestiones que no lo son."
La vida es un préstamo, el pórtico a una muerte segura, pero sin embargo el lograr conquistar momentos de intensidad, son el mejor antídoto contra el abatimiento.
Lebeau plantea que "el grillo es el tiempo que palpita en el corazón de cada niño". "El grillo" que tuvo temporada en la Sala Xavier Villaurrutia es una linda propuesta, realizada con gran sensibilidad, con un diseño de escenografía, iluminación y multimedia de Ismael Carrasco y música de Raúl V. Chagoyán.

Confiemos en que próximamente se presente en otro foro, porque es un montaje afortunado y conmovedor, un hálito de poesía