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Teatro



 
FLECHAS DEL ÁNGEL DEL OLVIDO:
EN TORNO A LA MEMORIA Y LA IDENTIDAD
     Una cámara Gesell (diseñada por Arturo Nava) es el escenario de un no lugar (parafraseando a Marc Augé), donde transcurre “flechas del ángel del olvido” de José Sanchís Sinisterra, el gran dramaturgo español, montada con gran eficacia por Antonio Algarra- en base a la puesta en escena de Ricardo Ramírez Carnero, obra que ayer domingo 11 de diciembre terminó temporada en el Teatro Orientación.
 5 enigmáticos personajes, cuyo centro de atención es la joven mujer X, una mujer de la cual no sabemos ni cómo ni por qué padece una amnesia, ella fue encontrada por las calles de una gran ciudad, en condiciones precarias. Ella es el centro motor para que el dramaturgo despliegue metáforas en torno a la identidad y a la memoria.
    Sinisterra es sugestivo y ambiguo al mismo tiempo, ello es lo que hace su texto sumamente interesante.  Y una invitación continua hacia una sesuda reflexión acerca del yo y su interrelación con los otros y su entorno.  Es asimismo una invitación a viajar por la memoria y sus inefables laberintos.
  Una memoria erosionada e irremediablemente agrietada.  Corre la intención de crear un espacio para la libertad.  “X” buscará ser recuperada por su hermana protectora, por un supuesto amante de edad madura, por la pareja lésbica que abandonó y por un chico pueblerino quien tan sólo funciona como un emisario.

   Todos conformarán las piezas de un rompecabezas amorfo, siempre bajo la vigilancia de una aprehensiva enfermera.  Algarra se muestra como un gran director de actores, un equipo conformado por Miguel Flores, Carmen Zavaleta, Priscilla Imaz, Baltimore Beltrán, Lizzette Cervantes y Patricia Collazo, ésta última de repente está un poco sobre actuada, no así el resto quiénes hacen creíbles a sus respectivos personajes.
    Interpretaciones intensas para una obra difícil de clasificar en un género en específico, pero me atrevería a decir que encaja en la tragedia contemporánea, es mucha la violencia emocional la que subyace entre las palabras.
  Teatro posmoderno de primer nivel, y sin lugar a dudas de los mejores montajes del agonizante 2011.    



CASO ROMEO JULIETA:
 
DE INTRIGA, AMOR Y MUERTE
                                  
   La intertextualidad como un modo de escritura posmoderna es el elemento central de la obra “Caso Romeo Julieta” escrita por Berta Hiriart, Ángeles Hernández y Sandra Félix, ésta última tiene también a su cargo una ágil dirección.
   En base a la obra clásica shakesperiana del malogrado romance de dos jóvenes provenientes de familias enemigas, y trasladada a Verona, ciudad ficticia del norte de México, se desarrolla esta obra, que es a un mismo tiempo, un palimpsesto, puesto que agrupa varios géneros, como son el thriller, el romance, la farsa y la tragedia.

   Paneles móviles, diseñados por Phillipe Amand, van dando los diversos escenarios de este montaje, presidido por un creciente suspense, donde se busca evidenciar que la violencia no lleva a ningún lado, y que cada uno de nosotros es responsable por y para siempre de sus actos.
    Se trata de un juego de espejos, en el sentido que varias situaciones del siglo XVII no han variado mayormente en este siglo XXI. Investigar el móvil de la muerte de  Romeo Montesco y Julieta Capuleto, es el hijo conductor, la realidad se entremezcla con gran facilidad con las apariencias, y ello parece ser un hecho irreversible.
  Y es una fiesta donde se acaloran los ánimos. Construida a modo de un rompecabezas, “Caso Romeo Julieta” es una obra amena e ingeniosa, donde no se pierde el espíritu de William Shakespeare pero manejado en un tono más desenfado y lúdico. Un buen elenco participa en esta obra, como la joven pareja enamorada, tenemos a los eficientes Claudio Lafarga y Ana Isabel Esqueira; apoyados por un grupo de experimentados actores, entre los que se encuentran: Arturo Beristain, Mariana Giménez, Marco Antonio García, Laura Padilla y Constantino Morán entre otros.

   Esta obra producida por la Compañía Nacional de Teatro, termina temporada el próximo 11 de diciembre en la Sala Xavier Villaurrutia para después integrarse al circuito de teatro escolar.
 


 
 
LA PEQUEÑA HABITACIÓN AL FINAL DE LA ESCALERA:
MÁS ALLÁ DE LOS SECRETOS
    Una reelaboración del cuento “Barba Azul” escrito por Charles Perrault en 1697, es la que realiza la dramaturga quebecua Carole Fréchette (“Juan y Beatriz”) con su obra “La pequeña habitación al final de la escalera”. Un texto laberintico, donde  prevalece el lenguaje metafórico (en cuanto a los miedos más profundos que nos habitan como seres humanos).
   Es el retrato de una mujer que se encuentra paralizada en medio de un contexto donde no siente que pertenece del todo. Mauricio García Lozano toma la obra y opta por una propuesta minimalista- sin escenografía-, un escenario negro y algunas luces subterráneas, diseñado por Jorge Ballina.  Y mueve a sus cinco personajes, como si fueran las fichas de un juego de ajedrez.

   El centro de la acción  recae en Gracia, caracterizada con efectividad por Karina Gidi, una mujer que tan sólo a través del llanto tiene la posibilidad de redimirse del desasosiego que la sofoca, y que amenaza por desintegrarla totalmente. Enrique (Carlos Corona), su esposo es un hombre autoritario y maniático, quien abusa del poder que detenta.
   También está presente una madre que ama a sus dos hijas profundamente, ella es Verónica Langer quien se mueve grácilmente como Jocelyne; también participa Ana, la hermana menor (Aileen Hurtado), un tanto apocada y la sirvienta caracterizada por gran solvencia, en su agridulce cinismo por Gabriela Pérez Negrete.

    Para compenetrarse con este montaje, es necesario que el espectador,  se sitúe en ese pasillo estrecho donde se encuentra la habitación prohibida, a la cual Gracia quiere entrar por curiosidad para develar el misterio que ahí se encierra.
   “La pequeña habitación al final de la escalera” es una propuesta de teatro de cámara muy bien resuelta, al tiempo que una alegoría de las culpas, las mentiras y la necesidad de hallar el perdón.
   Lo real y lo imaginario se confunden en un intento de mostrar que ello sucede muchas ocasiones en la vida cotidiana; en este sentido es muy importante, el contrapunto de la música de la autoría de Raúl Zambrano, quien participa en la obra con su guitarra, matizando más los claro oscuros de la trama.
   Esta obra se presenta los jueves y viernes a las 20 horas; sábados  a las 19 y domingos a las 18 horas en el Teatro El Granero “Xavier Rojas” hasta el próximo domingo 11 de diciembre.


LA MUESTRA DE ARTES ESCÉNICAS
BUSCA CREAR NUEVOS PÚBLICOS
           
     La próxima semana inicia la 6ª Muestra  de Artes Escénicas d la Ciudad de México con  un recital de Celso Piña y su banda Bogotá en el Teatro de la Ciudad, a llevarse a cabo el miércoles 9 de noviembre.  Este evento se realzará en la Ciudad de México hasta el próximo 27 de noviembre y contarán con la participación de 1,200 artistas y habrá poco más de 250 actividades n 40 recintos culturales.
     Uno de los objetivos centrales es la creación de nuevos públicos, al respecto comentó Elena Cepeda, secretaria de Cultura del D.F: “Se busca que niños, jóvenes y personas de la tercera edad se beneficien con  el gozo de las artes escénicas a través de una programación de gran calidad artística y de acceso gratuito…”
    Serán varias las sedes de este magno evento artístico cultural, entre ellos: el Teatro de la Ciudad, el Teatro Benito Juárez, el Sergio Magaña, el Foro A Poco No,  el Teatro Las Vizcaínas, así como espacios pertenecientes al INBA, la UNAM, la UACM y otros teatros del circuito  cultural como La Capilla.
   Se  podrán ver espectáculos de teatro, danza, música, cabaret, así como espectáculos infantiles y multidisciplinarios. Y este 2011, se creó una nueva actividad Subterráneo Escénico, la cual se realizará dl 13 al 20 de noviembre en ocho estaciones del Sistema de Transporte Colectivo Metro, donde se verán espectáculos teatrales y dancísticos con la participación de varios artistas como: Isabel Romero, Noemí Espinosa, Óscar Velásquez y Leticia Negrete, entre otros.
  Asimismo, se llevará a cabo el Seminario sobre Gestión de Espacios Escénicos del 14 al 17 de noviembre);  teniendo como sede el Palacio  de la Escuela de Medicina de la UNAM , donde se contará con  especialistas en la materia como la argentina Gabriela Halac y Lucina Jiménez  e Igor Lozada de México.
     Ahora bien, de los montajes teatrales que se  podrán apreciar en esta muestra destacan: “Horas de gracia” de Juan Tovar, dirigida por José Caballero, “Cuerdas”, “Cuenta regresiva”, “La Orestíada”. “Bosques”, “El divino Narciso” y “Lizzie Borden” , entre otras.
     El país invitado es Argentina, quien presentará las puestas en escena de “Escandinavia”, “Criadas para nada” y “Carnes tolendas”. Mientras que Mérida es la ciudad invitada  y presentarán “Mestiza Power” de Conch León entre otros espectáculos.
  


 
 
KANT EN ALTAMAR:
DE LA FILOSOFÍA Y SUS NAVEGACIONES

  Un filósofo, piensa, reflexiona, cavila, buscar representar de manera tangible sus ideas y no siempre es tarea fácil, encontrar a los interlocutores idóneos y menos aun cuando hay ineptitud para comprenderlo.  Thomas Bernhard traza de este modo a Immanuel Kant y lo adereza con partículas de ficción, lo hace salir de su natal Konisberg, que nunca abandonó en vida y por si fuera poco, lo presenta como un hombre casado con una dulce y paciente esposa.
    A partir de estos trazos, David Hevia construye la dramaturgia de “Kant en altamar”, obra que él mismo dirige de manera puntual y sumamente lúdica. Obra que recién terminó temporada en el Teatro Casa de la Paz de la UAM y que se encuentra a la espera de nuevos escenarios.
   Montaje que nos muestra en forma contundente, como en la actualidad, las ideas puras se desvanecen en medio de la vorágine de la alta tecnología y la aceleración de la vida. El filósofo piensa pero tiene poco eco a su alrededor.
   Obra conformada por dos actos, el primero una presentación de personajes que viajan a bordo de un transatlántico y hay continuas alusiones al Titanic y el segundo, un digno cierre para dar cuenta del pragmatismo americano y de los desencuentros entre racionalidad y emotividad.
    Kant (estupendamente interpretado por Miguel Cooper), teme quedarse ciego, por el glaucoma que padece, pero se siente iluminado a partir de sus ideas, hombre obsesionado por los horarios y las costumbres, siempre apoyado por Frau Kant (Ana Cervantes) y  acompañado por su papagayo, que es como su musa y su fiel sirviente Ernst Ludwig (Joaquín Rodríguez, con un gran manejo de su gestualidad).
   A ellos se les suman, el capitán del barco (Emmanuel Varela), un ambivalente cardenal (Miguel Ángel López) y la excéntrica Millonaria (quien cuenta con una interpretación fársica deliciosa por parte de Elia Domenzain.  Y casi al final se les une el extravagante coleccionista Sonnenschen interpretado por el propio Hevia.
   “Kant en altamar” es un montaje gozoso que nos permite asomarnos a la mente de un filósofo, hay solvencia en la dirección y se apoya en la escenografía  de Cecilia Márquez y una destacable escenofonía de Pedro de Tavira, a lo lejos Kant afirma (frase impresa en los programas de mano): “Lo que viene después de la vida se esconde en la profunda oscuridad, lo que debemos hacer es lo único que sabemos con certeza.”


ME LLAMO RACHEL CORRIE:  
UNA MUJER INCANDESCENTE

    Los derechos humanos y cómo son transgredidos es el centro del monólogo “Me llamo Rachel Corrie”, escrito por Allan Rickman y Katherine Viner, mismo que da cuenta de un retazo de realidad contemporánea, esas guerras que sojuzgan, que generan una gran violencia, y por ello mismo, una desolación interminable. La muerte que acecha y que asesta su golpe certero en el momento más inesperado.
    Rachel Corrie es una muchacha universitaria norteamericana;  que por sus ideales, se ve involucrada en el conflicto del Medio Oriente y el precio que paga es caro. De su lugar natal apacible, ella se sumerge  en una bola de fuego, que la hará compenetrarse más allá de sus demonios interiores.
     Rachel Corrie es interpretada con veracidad, soltura y un toque sensible por María Inés Pintado, no hace falta insistir que un monólogo es la prueba de fuego de un actor o una actriz.
   Texto dramático, estremecedor, lleno de metáforas poéticas, con una impecable dirección de Edgar Álvarez Estrada, que maneja con habilidad la tensión del desarrollo de un montaje que va en crescendo.
    Teatro documental en un espacio bien sencillo, pero funcional a los requerimientos, escenografía diseñada por Bethsabè  Vázquez y gran iluminación de Jorge Newmann.  “Me llamo Rachel Corrie” es el periplo de una joven mujer inscrita en una familia disfuncional, su ámbito universitario, su necesidad de amar y  el no ser correspondida, pero ante todo hace énfasis en su cúmulo de vivencias hacia un mundo desconocido; su visión de las abandonadas aldeas palestinas con varias carencias; su trabajo como voluntaria y solidaridad humana con miembros de un manicomio.
   Y sobre todo y ante todo, mujer incandescente que no se quebranta en sus ideales, buen montaje, lo único que lo estorba un poco, es el video del final, que le resta teatralidad.  Pero en suma, es un espectáculo teatral que es necesario ver, puesto que conjuga realidad con reflexión, talento creativo con un mensaje de ¡Ya basta de conflictos bélicos
  “Me llamo Rachel Corrie” se presenta los miércoles a las 20 horas en el Teatro El Granero Xavier Rojas hasta el próximo 30 de noviembre.



 
 
PRIMAVERA SALVAJE: EL OCASO DE UNA ACTRIZ

     Esa frágil frontera que separa la vida cotidiana de los territorios de la ficción,  esa necesidad de desdoblarse cada noche en un escenario, para de ese modo tener el ímpetu de continuar, no obstante las dificultades que se anteponen,  es lo que plantea de manera precisa e inteligente el melodrama “Primavera salvaje” de Arnold Wesker, traducido y dirigido por el experimentado Otto Minera.
   Tras su temporada en el Centro Nacional de las Artes, ahora tiene una segunda en el Teatro Telón de Asfalto con funciones, los sábados a las 19 horas, los domingos a las 18 y los lunes a las 20 horas.
   Emoé de la Parra con gran soltura y llena de matices emocionales caracteriza a una actriz inglesa en 2 etapas de su vida, cuando tiene poco más de 40 años y quince años después cuando rebasa las 6 décadas. Se perciben claramente los cambios que experimenta con ella misma a nivel interno y con la vida.
     Inicialmente ella es entusiasta, cosecha las mieles del triunfo con su interpretación de el bufón de “El rey Lear” de Shakespeare, pero el tiempo la va desgastando la enfermedad de su hijo adoptivo, la desmemoria que ya no le permite fluir en el escenario, así como una profunda orfandad emocional.
   Interactúa con ella el bailarín y actor brasileño Gutenberg Brito desarrollando dos roles, el joven acomodador de coches que admira a la actriz en el primer acto; y después el empresario teatral que ve por sus intereses, y que le hace el favor de tener relaciones íntimas, con el objeto de doblegarla.
   “Primavera salvaje” transcurre en un espacio escénico creado por Jorge Kuri, que es el camerino de la actriz, el propio escenario- de lo mejor de la obra este juego de teatro dentro del teatro, y dos habitaciones, la del departamento de la actriz y la estancia de la vivienda del acomodador de coches.
    La puesta en escena es ágil, en algunos momentos se cierra y se abre el telón entre escena y escena, para dar más la idea de teatro dentro del teatro. Lo más fuerte de “Primavera salvaje” es que nos confronta con esa carga de soledad existencial que muchos padecemos en esta sociedad tan globalizada.



ROJO: UN PINTOR EN CRISIS

   Mark Rothko (1903-1970) fue uno de los pintores norteamericanos emblemáticos del siglo XX, representante del Expresionismo Abstracto, al lado de Jackson Pollock, entre otros. Para él , el acto de pintar era de mayor peso, que la representación lograda.  Sobre este artista se refiere la inteligente obra “Rojo” (“Red”) de John Logan,  ganadora del  Premio Tony 2010, que ahora gracias a Teatro de Primera  tiene exitosa temporada en el Teatro Helénico.
      La trama se desarrolla entre 1958 y 1960 cuando Rothko es contratado para realizar una serie de murales para el elegante restaurante de Four Seasons en Nueva York, momento en que surgirán una serie de cuestionamientos en torno al arte y la ética, sobre todo porque el artista se inquietará al escuchar los puntos de vista de  Ken, su joven asistente.
    Una espléndida puesta en escena dirigida por Lorena Maza, quien sabe lograr el equilibrio preciso, entre texto, interpretación, manejo del espacio escénico, acciones, silencio y fragmentos musicales, que vienen a matizar la fuerza de la crisis del genial Rothko.
    Víctor Trujillo (conocido en los últimos años por la caracterización del payaso Brozo), ofrece una actuación muy bien sustentada en los diversos matices que requiere su atribulado personaje, y apoyado en el tour de forcé con Alfonso Dosal, un joven actor con presencia escénica y carisma, a quien tan sólo le haría falta poner más atención en el manejo de su lenguaje corporal un tanto rígido.
  No obstante “Rojo” es una estupenda puesta en escena, una lección de los significados del arte contemporáneo, la escenografía e iluminación de Jorge Ballina, es de primer nivel y es el marco ideal para complementar el desarrollo de un texto, que a pesar de ser discursivo, invita a una profunda reflexión.
   Lorena Maza es una  de las mejores directoras de teatro que tenemos en nuestro país y nuevamente lo viene a corroborar.
Tan exitosa ha sido la temporada que se extenderá hasta enero del 2012.


 

Tatuaje: absurdo extremo

 
             
Teatro de ficción, que hace guiños a los universos maravillosos, capaces de ser construidos por la literatura. Ficción dentro del teatro. La complejidad de la pareja, el mercantilismo del arte contemporáneo, o ese irredento impulso de soñar y ensoñarse. Tal es la propuesta de “Tatuaje”, una obra coescrita por Igor Bauersima y Rájane Designes, que si bien proponen ideas novedosas, el problema que el texto dramático, es en exceso narrativo, y ello llega a cansar.
  
Regina Quiñones es la directora de una puesta en escena, creativa que por exigencias del texto transcurre en un ritmo lento, sobre todo el primer acto es un tanto letárgico.  Fred (Arnoldo Picazzo, con una destacada actuación),  es un novelista, que lleva años trabajando en un manuscrito que no termina de elaborar.
   Él vive con Lea, una mujer (bella y talentosa Bárbara Einhenschutz), quien lo mismo transmite su programa de radio por Internet, que actúa en una telenovela con el afán de sobrevivir y sobrevivirse. A ellos se les suma Naomí, media hermana de ésta última (Fernanda Borches), una mujer ambiciosa y egocéntrica, que tan sólo quiere mercar en el arte. Y encuentra al cóplice perfecto en Tiger (Esteban Soberanes), un artista que cree que con su piel tatuada, trascenderá en la historia del arte.
   Y el quinto en pugna es el inocente Alex (Héctor Kotsifakis), un muchacho que aún cree en la bondad humana, y apoya a Tiger en sus locuras. Este quinteto conforma una especial fauna humana, que simula ante el otro con tal de poder sobrevivir.
  “Tatuaje” es una propuesta teatral posmodernista, pero la escenificación se prolonga en exceso. Es una especie de rompecabezas para armar, que vía el absurdo cuestiona la ética que debe prevalecer en la creación artística y su consiguiente mercantilización.
  Realidad y ficción se fusionan como un juego de espejos, de las contradicciones que se viven en una sociedad globalizada como la nuestra. “Tatuaje” se presenta en el Teatro Xavier Rojas “El Granero”, de jueves a domingo hasta el próximo 30 de octubre.



“Los expositores son el alma de la FELIT”: Juan Meliá
             
    Del 27 de septiembre al 2 de octubre se llevará a cabo la cuarta edición de la FELIT, Feria del libro teatral en el Centro Cultural del Bosque.  Participarán 27 editoriales y librerías de Argentina, Cuba, España, México, a quiénes se sumará Francia, por primera ocasión. Asimismo, hay que destacar que este evento incluye talleres, puestas en escena, exposiciones, mesas redondas, así como una serie de lecturas dramatizadas en homenaje a Luisa Josefina Hernández.
   Durante la conferencia de prensa de la FELIT, Juan Meliá, coordinador de teatro del INBA comentó: “Los expositores son el alma de la feria. Se trata de un proyecto interinstitucional ligado en el trabajo y la amistad con la Universidad Autónoma Metropolitana, el CITRU y la revista Paso de Gato. Es una feria especializada dirigida al ámbito teatral mexicano, en este contexto, también se llevará a cabo el festival de Otras latitudes con puestas en escenas de grupos del interior del país.”
   El lema de la FELIT es “El teatro también se lee…”, y tan sólo la compra de libros tendrá un costo, el resto de las actividades es totalmente gratuito. Por su parte Rodolfo Obregón, director del CITRU hizo saber: “El teatro es la creación intelectual por antonomasia. Es motivo de reflexión, crítica, autocrítica, es importante vincularlo con la sociedad en que se desarrolla. Es por ello que para este año hemos implementado el ciclo académico de “Teatro y performatividad en tiempos de desmesura.”, además que el CITRU ha colaborado en la organización de dos exposiciones una sobre los cambios en el teatro del siglo XX y una segunda sobre teatros y centros de espectáculos de todo el país, ésta última se pudo conjuntar gracias a la colección de Sergio López.”
    La FELIT es un espacio de divulgación y acercamiento al teatro contemporáneo internacional y tiene también en la Revista Paso de Gato, a un importante colaborador, Hugo A. Wirth jefe de redacción de dicha publicación dijo: “ Es muy saludable la eclosión de sitios electrónicos dedicados al teatro como dramaturgiamexicana.com, malaletra, o teatromexicano.com.mx Nosotros mismos hemos renovado la imagen de nuestra revista en su décimo aniversario y continuamos publicando cuadernos de teatro y libros más en forma.”
   


A propósito de Alicia:
el entrecruce de la realidad y la ficción
¿Cuál es esa frágil línea que divide a la realidad de la ficción?, ¿Dónde se encuentran esas coordenadas que generan una auténtica complicidad en la pareja? Estos son dos de los cuestionamientos centrales de “A propósito de Alicia”, obra de la autoría de la talentosa dramaturga Bárbara Colio (“Pequeñas certezas”, “Cuerdas”), que se presenta los martes en el Foro La Gruta del Centro Cultural Helénico.
Tres cuadros son los que integran esta tragicomedia contemporánea donde interactúan un cuarteto de personajes solitarios: Emma la dramaturga (María Inés Pintado con gran dominio escénico), su ex pareja, un novelista tal vez venido a menos (José Carriedo), un peluquero gay que adoptará dos personalidades diferentes (espléndido Carlos Valencia) y finalmente Alicia, la novia que está próxima a casarse y que en ello centra todas sus expectativas (Claudia Nin).
Todos ellos bajo la dirección de Aarón Hernández Farfán quien nos ofrece un limpio trazo escénico, que apuesta por el minimalismo. Un marco de madera es utilizado para el cambio de cuadros y de escenas. De este modo, el espectador tiene la oportunidad de sumergirse en un viaje, donde lo real y lo imaginario se disuelven en una misma entidad.
Una serie de diálogos chispeantes, algunos muy ácidos, pero ante todo ingeniosos, en torno a las relaciones amorosas y a la complejidad de la creación permean esta obra que se desarrolla a lo mucho en hora y cuarto y que como espectadores, nos permite asomarnos a las contradicciones de la vida real y por supuesto la creativa, que a final de cuentas es la que tiene más peso, en este caso.
Alicia es un personaje creado por la imaginación de Emma, una de las dos opta por el suicidio, ¿quién de las dos? Es un acertijo a ser descubierto: Emma una y otra vez se enfrenta a sus demonios interiores y a su necesidad de reconstruirse como mujer; mientras que el peluquero es el interlocutor neutral, ideal para cualquiera que llegue a ser atendida(o) por él.
“A propósito de Alicia” es un montaje ágil y ameno, un rompecabezas para ser armado y que se puede ver los martes a las 20:30 horas en el Foro La Gruta del Centro Cultural Helénico.





Luna desmembrada:
acercamiento a la madre de un migrante


Los migrantes van en la búsqueda de nuevas oportunidades de vida y no siempre encuentran lo que desean, suelen ser más los reveses que los logros, de ello deja constancia, el dramaturgo Alberto Castillo en su estremecedora obra “Luna desmembrada”, estrenada recientemente en La Gruta del Centro Cultura Helénico.
El joven director Abel Ignacio Hernández apuesta por el manejo intenso de sus actores, al interpretar a los personajes de un drama, que es sumamente contemporáneo, en una obra dividida en cinco cuadros, que van aumentando en intensidad y cuyo peso de la acción recae en la estupenda actriz mexiquense Clementina Guadarrama, quién interpreta a una madre oaxaqueña en la búsqueda de su hijo.
En su periplo, ella dialogará con cuatro personajes que no entienden ese profundo dolor materno, al desconocer que ha ocurrido con su vástago, que un día partió de su tierra natal en la búsqueda de nuevos horizontes, un hijo al que se sigue queriendo y añorando.
La pluma de Castillo es incisiva al abordar este tipo de problemática y hay que destacar que sabe delinear muy bien las contradicciones de la condición femenina. Es así como la atribulada madre se confronta con una cabaretera de poca monta (la bella Gabriela Ornelas), a un afectado pintor homosexual (Noé Alvarado, un poco sobreactuado), a una señora burguesa (con una buena interpretación de Mahalat Sánchez) y a un policía que también sufre (Fermín Martìnez).
“Luna desmembrada” nos va llevando con algunos chispazos de ironía a los territorios más oscuros de la condición humana, y a esa falta de identidad que prevalece en tiempos de la globalización. Pone el dedo en la llaga en las trayectorias de seres desarraigados de sí mismos y el mundo que les rodea.
Tiene funciones, los domingos a las 18 horas en La Gruta.