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El racismo y el duelo que conlleva un dolor inconmensurable son la columna vertebral del más reciente largometraje de Fatih Akin "En la penumbra" (Alemania-Francia 2017).
Katja (estupenda Diane Kruger) es una mujer, cuya vida se ve destrozada de un momento para otro y emprende una odisea muy personal e intensa para superar la gran herida que lleva en el alma.
Ella se pone en acción, de manera indómita para buscar a los culpables del atentado en que resultan víctimas su esposo y pequeño hijo en un barrio de inmigrantes en Hamburgo, Alemania.
Es una mujer a la que nadie detendrá puesto que vive un duelo irreversible, que temporalmente la empuja a regresar a las drogas y que la sumerge en una profunda depresión.
"En la penumbra" retoma el modelo del cine de acción para dar cuenta del periplo de Katja, así como para reflejar el profundo racismo que existe en la Europa actual. Aunque la historia cuenta con algunos baches narrativos, el barco se salva por la contundente y poderosa actuación de Diane Kruger, quien aparece alrededor de 90% de tiempo en la pantalla.
Asimismo destaca la gran fuerza expresiva y la veracidad con que Akin narra su relato y el final es en exceso inesperado y doloroso como la mayor parte de los fotogramas que componen "En la penumbra".
Es un drama que conmueve, que tal vez no iguale la potencia narrativa de la ópera prima de su autor "Contra la pared" (2004), pero temáticamente es congruente con su búsqueda creativa
Tres partes componen este filme que se fusionan para dar un efectivo relato de la necesidad de una redención ante el cruel azar. Filme duro y desconsolador que vuelve a reiterar el talento de Fatih Akin como cineasta.
"En la penumbra" llega a la cartelera comercial, tras su paso por la 63a Muestra Internacional de Cine, organizada por Cineteca Nacional.
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Una mujer sumamente solitaria, que vive una existencia en exceso asfixiante, una mujer que se mueve entre los círculos de una rutina concéntrica de la que no logra escapar. Ella es la protagonista de "Todo lo demás" (2016), primer película de ficción de la documentalista Natalia Almada ("Al otro lado", "El general", "El velador").
Desde su mismo nombre Doña Flor subyace una metáfora, ella es una especie de planta marchita, tiene más de 3 décadas de ser una gris burócrata , vive para su trabajo con especial rigurosidad y se auto castiga al no permitirse gozar de la vida.
Vive para sí misma en un acorralamiento emocional sumamente bien captado por sólidos planos fijos y una composición plástica donde hay escenas y rituales que se repiten para comunicar a los espectadores esa soledad en llamas que la envuelven y de la que no puede salir ilesa, ni siquiera cuando se regala un disco "pirata" de música romántica que compra en el metro.
La solitareidad de Doña Flor se agudiza el día en que aparece muerto su gato-su única compañía real- en su sórdido departamento.
Si el filme de Natalia Almada es efectivo es por tener en Adriana Barraza a una gran intérprete que su gestualidad y lenguaje corporal logra comunicar la opacidad de una mujer que no logra su plena inserción en el mundo de los vivos, es una especie de presencia fantasmal apabullada por sus demonios interiores, entre ellos el más potente el ahogamiento de su hijo.
"Todo lo demás" es una película sofocante, un retrato de la soledumbre contemporánea en las grandes urbes, un acercamiento realista a una vida femenina mísera, tan en exceso ordenada que ni rompe el hilo de las medias que usa.
Hay que destacar el trabajo fotográfico de Lorenzo Hagerman por sus bien logrados encuadres; estamos ante un filme teatral que es el soliloquio de una mujer que vive oscilante en la cuerda del equilibrista, en una inercia que llega a doler y a conmover profundamente.
Este filme se estrenará el próximo 19 de enero en cartelera comercial y en el circuito cultural.
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