El joven cineasta transfiere a la realidad mexicana a la nínfula, que tanta fama tuvo a partir de la novela "Lolita" de Nabokov, que en su momento el gran Stanley Kubrick, llevó a la pantalla grande. Augusto Talanquer (un correcto Odiseo Bichir), investigador bioquímico, píerde todo contacto con la realidad tangible, cuando de manera circunstancial, conoce a la adolescente Marlene (Claudia Zepeda, en su debut cinematográfico), su aparentemente estable relación marital con Ruth ( una vez más Claudia Ramírez, en la pantalla grande), se debilita, ante la apabullante presencia de la joven nínfula, que da la casualidad que fue hija de una prostituta.
Augusto, al sentir que pierde a Marlene, la va a buscar a Tampico, Tamaulipas, pasando más de una peripecia hasta hallarla, pero no para siempre.
La premisa de la ópera prima de González Montes resulta interesante, él le apuesta al melodrama, lo desafortunado es que a la casi mitad del metraje, lo que prometía ser un buen filme, se torna un melodrama excesivo que roza las fronteras de un thriller no del todo bien entendido. Puesto que Augusto será en exceso vapuleado y humillado en su búsqueda de Marlene, la joven que le ha devuelto los ímpetus de vida.
Se cae en el guión del propio Guillermo González Montes en muchos excesos y hasta situaciones increíbles, pero ello no obsta para que sea un buen inicio como director de ficción. Hay una coherente línea narrativa, que en ningún momento se pierde y que nos lleva hacia una obsesión pasional de altos calibres.
La mitad del filme transcurre en Tampico, Tamaulipas, y se supieron utilizar muy bien los 15 millones de presupuesto, la fotografía de J. A. Lendo, respalda esta odisea de Augusto Talanquer, cuya vida se trastocará.
"Flor de fango" fue filmada, gracias a ser apoyada por el programa conjunto de IMCINE-UNAM, y es de esperarse que rebase su primer semana de exhibición, puesto que tiene mayor calidad que muchas otras cintas de ficción mexicana.
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