"EL HOMBRE QUE VIVIÓ EN UN ZAPATO": ENTRE LA CORDURA Y LA INSANIA

Una frágil frontera, en algunos casos casi imperceptible es la que separa la sanidad mental de la locura, dos mundos complementarios, pero no tan compatibles del todo,  ello queda patente en el documental "El hombre que vivió en un zapato" (2011), ópera prima de Gabriella Gómez Mont, que tras haber participado  en el Festival Internacional de Cine de Morelia 2011, el Festival Internacional de Cine de Guadalajara 2012 y Rivera Maya Film Festival 2012, ahora le toca  su turno en Distrital, que arrancará el próximo viernes 1 de junio.
"El hombre que vivió en un zapato" tiene por protagonista a un excéntrico personaje José Luis Robles- Gil, conocido como el güero", a él le fue diagnosticado  un desorden mental, pero no lo suficientemente severo como para estar internado en un psiquiátrico.
Hombre obsesivo, especialista en matemáticas, quién en Sonia, una mujer de origen oaxaqueño, ha tenido su cómplice de vida, a pesar de soportar encierro y más de una idea un tanto estrafalaria.
Ni más ni menos, la primer novia de "El güero", fue la talentosa performancera Rocío Boliver, conocida como "La Congelada de Uva", cuya presencia en el documental, es uno de los puntos más altos, para que el espectador comprenda los vasos comunicantes entre salud mental y locura.
Gómez Mont  entrega una historia muy interesante, con buen formato cinematográfico, su trabajo es un tanto disperso, le hizo falta un hilo conductor más preciso, además de mostrar la inteligencia excepcional de su protagonista.
Rodrigo Sandoval a través de su lente fotográfica nos entrega un gran trabajo que se complementa con la música de la autoría de Jerónimo González.