Un poco más de 50 minutos para dar cuenta de la orfandad emocional, de la profunda soledad en que se encuentra inmerso un hombre carente de una identidad, un hombre bautizado por sus padres como Buster, igual que el gran cómico norteamericano de rostro casi inexpresivo. Obra que se basó sobre todo en las actitudes y gestualidad de Keaton en "Hard luck".
"Voces de un asesino..." es recorrida de principio a fin por la presencia de una violencia emocional, esa que no se atreve a decir su nombre... un hombre joven que está consciente de que vivir es difícil, pero aún ello se complica más cuando uno se encuentra sólo. Meraz combinando gestualidad y algunos elementos del lenguaje clown, ofrece un monólogo donde caracteriza a un asesino, pero cuenta lo que ha hecho de una manera suave, sin mayores sobresaltos, logra crear un puente con las emociones del espectador, las cuales pasarán por un tobogán imparable.
Félix Arroyo es el encargado de una escenografía minimal, varias sillas tiradas a lo largo del escenario y una lamparita que el actor prende y apaga, así como de una certera iluminación; Pablo Chemor creó la música que es usada en los momentos más intensos y tampoco hay que olvidar mencionar la asesoría de Jesús Díaz, para el lenguaje clown.
En suma, "Voces de un asesino de cara larga y sin sonrisa" es un monólogo convincente, que muestra el talento de Daniel de la O. para el manejo de un acre humor negro, el uso de algunas frases reiterativas, dan más fuerza dramática a su texto, y buena idea de él y Meraz de insertar a su personaje en una especie de atmósfera onírica, pues diríamos con Calderón de la Barca: "La vida es sueño y los sueños, sueños son".
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