BATMAN: LABERINTO COMPLEJO Y SOMBRÍO

Y todo lo que empieza terminar, la más esperada película del verano fue estrenada: "Batman el caballero de la noche asciende" (2012), con la cual el talentoso Christopher Nolan cierra su trilogía en torno al oscuro héroe de Marvel y lo hace con broche de oro. Más allá de los espectaculares efectos especiales, de un elenco de primera línea, si algo atrapa es su excelente guión de la autoría del propio director en colaboración con Jonathan Nolan y lo interesante es que encierra una parábola política de los cruentos tiempos en que nos hallamos inmersos. Se muestra como el capitalismo atraviesa a  nuestra sociedad globalizante y que tampoco es la solución que se rebelen los pueblos para propiciar el cambio.
Si bien no se propone una fórmula para que todo se acomode, Nolan pone el dedo en la llaga, tras 8 años en que Bruce/ Batman (Christian Bale) estuvo en un exilio voluntario, él se ve en la necesidad de salir a dar de nueva cuenta la batalla, con la aparición de Bane (Tom Hardy), un terrorista enmascarado que hará cimbrar la aparente calma que reinaba en ciudad Gótica, gracias a la dura Ley Dent.
Aquí están las principales piezas de un laberinto complejo que se despliega a lo largo de 164 minutos, donde el espectador permanece en vilo, ante un suspense muy bien manejado, con varias vueltas de tuerca, nada es lo que parece a simple vista, y donde Gatubela (graciosa Anne Hathaway) se mueve entre el bien y el mal, el fiel sirviente Alfred (exquisito Michael Caine) se preocupa por el deterioro emocional de su amo, el Comisario Gordon (camaleónico Garry Oldman) no es tan ético y un joven policía (Joseph Gordon Levitt) se torna aliado de su admirado Batman.

La música de Hans Zimmer enfatiza el dramatismo de un thriller potente que tiene un gran clímax y un final ambiguo. Simplemente esta última entrega de Batman es brillante y nos muestra el gran talento de Nolan para armar laberintos en cuanto a contenido y una estética visual de primer orden.