Se trata de una brillante sátira en torno a la rivalidad entre dos filósofos, que en el pasado fueron grandes amigos. La lucha de dos egos inconmensurables dan la batalla, para determinar quien es el más inteligente, ingenioso, quien de los dos con su trayectoria de pensador ha ganado una mayor fama.
Y en medio de ellos, Clara, la esposa del profesor, una mujer que a final de cuentas, resulta ser más sabia que ambos, haciéndose aparecer como una tonta, ella que ha superado la prueba de vivir durante años, como asegura con "un hombre detestable" porque está consciente que de otro modo se hubiera aburrido.
A estos 3 personajes se agregan 2 secundarios, Pilar la sobrina del profesor, una chica desenvuelta que está feliz de haber visitado la India y el supuesto chofer Jacinto.
Cinco son los actores que participan en esta puesta en escena, todos ellos con muy buenas interpretaciones, como el profesor, Arturo Ríos, Clara es interpretada con gran soltura por Pilar Ixquic Mata, Emilio Echevarría da vida a el Pato Bermúdez, Sophie Alexander-Katz está encantadora como Pilar la sobrina, y a ellos se suma Edgar Parra como el carismático Jacinto.
Antonio Castro logra un montaje en movimiento, a pesar de tratarse de una obra discursiva, pero que tiene a su favor, el estar hilada con una sutil ironía, Villoro sabe contraponer la razón vs. el misticismo, la neurosis vs. el rigor, la mente vs. el cuerpo.
"El filósofo declara" es una obra producida por Teatro de la UNAM y la compañía La Rama de Teatro, que cuenta con una funcional escenografía diseñada por Mónica Raya y una adecuada iluminación de Rafael Mendoza.
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