"FRANCOTIRADOR": LA AMBIGÜEDAD DE LA VIOLENCIA

No me cabe la menor duda que Clint Eastwood es uno de los cineastas más propositivos del cine norteamericano, a sus 84 años nos vuelve a entregar una gran película con "Francotirador" (2014), misma que parte de un guión en base a la autobiografía Chris Kyle, que entre el 2003 y 2009 mató a un aproximado de 160 personas en Irak. Un hombre aparentemente no complicado, quien fácilmente se entregó a ser un sicario, protegiendo a sus coétanos, los Marines, y que en Bradley Cooper, tiene a un intérprete, fue premiado como mejor actor en los Critics Choice Awards.
Kyle participó en 4 misiones, dividido entre su amor filial, su esposa está caracterizada por Sienna Miller, y el estar en el campo de batalla, Eastwood opta por poner mayor énfasis en la violencia emocional, que en la física, logrando una película que es toda una reflexión en torno a la ambigüedad de la violencia; las huellas que la guerra deja en un individuo, el cómo matar se convierte en un acto tan cotidiano como comer o dormir.
Está respaldado por una buena fotografía de Tom Stern y una banda musical de la propia autoría de Eastwood como de Ennio Morricone.
"Francotirador" es una cinta cruda, no fácil de digerir, es bélica y anti bélica, a un mismo tiempo.  Conmovedora por lo desgarrada que es; fascinante por el manejo de sus planos y encuadres. Sin duda, será una de las diez mejores películas norteamericanas del año.