Cleo
se abstrae
en el tarot,
se desconcierta
ignora que la muerte
circunda
su derrotero existencial.
No sabe
cómo manejar
las manecillas
desde su exilio.
Ella sigue su rutina
entre París
y su muchedumbre.
Va oculta
en su sombrero negro,
se olvida de su pesadumbre,
a pesar de que sabe
que la vida
es tan sólo
una bocanada de humo.
Cleo se extravía
en un parque
surge el encuentro transitorio
con un soldado.
Toma conciencia
del incesante
tic tac...
Agnes
la traza desde
el visor de una cámara,
Cleo camina
y desafía al sin tiempo.
1 comentarios:
Hermoso poema!!!!
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