"NO SE ELIGE SER UN HÉROE": UNA FARSA DESENFADADA

Las familias disfuncionales abundan, son complejas las relaciones que se establecen entre sus miembros. Algo es lo que se dice, pero más aún son las palabras que se guardan. Ello queda de manifiesto en la obra "No se elige ser un héroe" del dramaturgo español David Desola, que dirige con gran solvencia Fernando Bonilla.
Una intempestiva reunión familiar en una casa casi en ruinas en la playa, son cuatro hermanos y una hermanastra. Se congregan para decidir si aceptan la invitación de la Coca Cola, para que usen unas imágenes de su fallecido padre para un spot publicitario y es cuando afloran una serie de rencores soterrados y las grandes diferencias de cada uno de ellos.
Así tenemos a Ramón (espléndido Sergio Bonilla), el hermano vago y contestatario; a Ernesto (Rodolfo Arias) un exitoso dentista que bien sabe que en el fondo se encuentra en plena bancarrota tanto económica como moral; a Luz (brillante Verónica Merchant), la actriz que ya desconoce como representar su mejor papel; a Cristina (Mariannela Cataño), la atribulada ama de casa, y a Mirta, la hermanastra (con una buena interpretación de Eugenia Arriola), una chica Emo totalmente desgajada del entorno que la rodea.
La discusión que se establece arde a altas temperaturas y nadie quiere dar su brazo a torcer, pese a la jugosa oferta económica de la refresquera.
Todos se muestran como seres afectados en sus respectivas emociones y lo que podría haber sido una reunión afable desemboca en un aquelarre de odios y emociones encontradas.
"No se elige ser un héroe" transcurre con un buen ritmo, está permeada por un humor negro corrosiva.  Las certezas se desgastan ante el protagonismo de cada uno de los miembros del clan familiar. Farsa desenfadada que también aborda los estragos que pueden causar las campañas publicitarias.
Esta obra se presenta en el Foro Shakespeare, los viernes a las 20:30 horas; los sábados a las 17:30 y 20 horas y los domingos a las 18 horas hasta el próximo 29 de noviembre.