"SIMULACRO DE IDILIO": LA PÉRDIDA DE LOS IDEALES

David Gaitán es un talentoso hombre de teatro. Es dramaturgo, director y actor, es incansable con su compañía Legeste. Por una breve temporada él repone la obra "Simulacro de idilio" de su autoría y que cuenta con una dirección lúdica de él mismo. Pocos elementos escenográficos, una mesa y varias sillas con las cuales jugarán los personajes para mostrar las trabas tanto del mundo físico como de sus torrentes emocionales.
La pérdida de sentido permea el texto de una obra que se erige en una farsa de humor muy negro.
Palacios (Harif Ovalle) es un maestro que desea ascender, pero en el camino se le pondrán múltiples trabas, un director corrupto y grosero (Miguel Romero), un abogado (Alejandro Morales) que resultará ser el amante de su esposa que ya no lo quiere (Amanda Schmelz), así como una maestra beata sin méritos que desea el puesto para ella (Milleth Gómez) y a este caos se agrega una joven alumna enamorada de él (Sara Pinet).
No hay salida en este intrincado laberinto de males entendidos y de juegos de poder, donde Palacios quedará abatido, pese a sus buenas intenciones.
Una serie de revelaciones brutales se desplegarán en el transcurso de una obra, donde hay proyecciones sobre los pupitres y una avalancha de aviones de papel, que muestran que la situación es del todo incontrolable. La iluminación de Matías Gorlero es la encargada de acentuar las diversas atmósferas e interacción de personajes siniestros, donde se ignora quien está más loco.
Un pequeño giro anécdotico da vueltas en círculos concéntricos en una coproducción de Dramafest y Teatro Unam.
"Simulacro de idilio" tiene funciones de jueves a domingo en el Teatro Benito Juárez hasta el próximo 27 de septiembre.