Estamos ante una obra que entremezcla el drama con algunos tintes de comedia, y que nos habla de la desprotección y la soledad de los seres humanos que se encuentran desarraigados y que sucumben en un túnel oscuro sin salida.
"Huérfanos" (trasladada a la realidad mexicana) narra la historia de dos hermanos un agresivo Tomás (Mauricio Arguelles, a quien le falta un poco de soltura) y del tierno Felipe (César Rodríguez), un ser inocente que es cuidado por su hermano mayor y quien no puede desprenderse del recuerdo de su madre. Él pasa la mayor parte del tiempo, en un departamento que está maltratado y a la mano de Dios.
El tercer personaje en pugna es Héctor (con muy buena caracterización de Hernán Mendoza), un hombre ambiguo, quien al entrecruzarse con la vida de Tomás buscará erigirse en un guía espiritual, su presencia en escena hace que la obra tome mayor aliento.
La dirección de Mendoza es pulcra y uno de sus hallazgos es terminar las escenas, con una especie de congelamiento de los movimientos, como si se tratase de una instántanea fotográfica lo que da más fuerza al desarrollo de la historia.
Sobre la obra comenta Hernán Mendoza en el programa de mano: "Esta extraordinaria obra me hizo reflexionar que muchos de nosotros somos huérfanos, aún teniendo mami y papi... Y que algunos también somos "niños de la calle" aún teniendo techo y comida".
"Huérfanos"se presentará hasta mediados de diciembre en el Teatro Milán, con funciones de viernes a domingo.
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