OCEAN BLUES: ENTRE EL CINE Y EL TEATRO

Cruzar por los abismos de la vida, atormentarse una y otra vez con lo que se es, con lo que se dice al otro, con lo que se calla, ello aunado a la red compleja de las relaciones amorosas, es el eje temático de la ópera prima "Ocean blues" de Salomón Askenazi, que se está proyectando en sedes alternativas de Cineteca Nacional, todo este mes de febrero (consulte horarios en www.cinetecanacional.net)
Una primer película que experimenta, elñ joven director se basa en el monólogo que da título a la cinta, y que fue escrito por la pareja protagónica Xavier Corona e Isabel Píquer, centro motor para hablar de la interrelación entre un dramaturgo que busca su voz creativa y una actriz un tanto inestable y desubicada.
  "Ocean blues" confronta dos lenguajes opuestos, el cine que se centra en el peso de la imagen y el teatro, cuya columna vertebral es la plasticidad de la palabra.  La propuesta aquí es interesante, desafortunadamente los fragmentos del monólogo tienen varias deudas literarias, y tan sólo se da crédito a una parte tomada de el "Canto a mí mismo" de Whitman, y por ejemplo la metáfora "Oceáno mar" que da título a un libro de Baricco, nunca se le da crédito.

Es una propuesta fresca pero que se agota como a la hora, hay mucha reiteración en cuánto a diálogos y acciones de los personajes, que basicamente son dos, el dramaturgo y la actriz, su musa.