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martes, 14 de febrero de 2012


EL CERDO FILOSOFA ANTES DE IR AL MATADERO

El mayor reto para cualquier actor o actriz es interpretar un monólogo, él o ella se enfrenta al escenario y tiene el reto de poder involucrar a los espectadores, con textos que por lo general son sumamente discursivos. Jesús Ochoa sale más que avante con su gran caracterización en el espectáculo unipersonal "El cerdo", texto que se basa en "Estrategia para dos jamones" del malogrado dramaturgo francés Raymond Cousse (1942-1991).
Antonio Castro es el director responsable de un texto extraño, enigmático, pero pleno de sabiduría, un cerdo en su chiquero de tan sólo 16 metros cuadrados se pone a filosofar, pocas horas antes de ser sacrificado en el matadero.
El resultado es una disertación en torno a la contradictoria condición humana, sobre todo en los momentos en que se confronta a cuestiones de poder.
Diatraba socio-política que aborda temas como la familia, la lealtad, el cariño, con frases que en momentos son muy contundentes, algunas son tan acres que duelen como si un bisturí hubiese sido puesto en la sensibilidad. Un cerdo que camina incansablemente en diagonal y que exhorta a ser respetado en sus rutinas cotidianas, un cerdo orgulloso, de ser crío de un semental, pero que sabe que su vida será corta: "porque un cerdo tiene sólo una dirección, el campo, el chiquero y de ahí al matadero."
Una escenografía e iluminación diseñadas por Mónica Raya, es el marco ideal donde se desarrolla este trabajo, donde Ochoa muestra sus grandes dotes histriónicas, para dar vida a este cerdo inconforme con la circunstancia que le tocó vivir.
Se agradece a Rubén Lara haber arriesgado a producir teatro de calidad, ese teatro que rebasa el status de entretenimiento y que invita a un cuestionamiento, de ¿Quiénes somos? y ¿Qué hacemos en este mundo?
"El cerdo" de Raymond Couse se presenta los sábados a las 18 y 20 horas y los domingos a las 18 horas en el Teatro 11 de Julio.

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