Ads Header

miércoles, 21 de mayo de 2014


SONATA DE OTOÑO: DE LOS RENCORES EN FAMILIA

Tras cinco años de no dirigir teatro regresa Ignacio Ortiz con la versión teatral de "Sonata de otoño" de Ingmar Bergman (1918-2007).  Estamos ante una puesta en escena sumamente pulcra y puntual que nos remite a los rencores en familia, el saber vivir es lograrlo conciliar con una buena dosis de dolor. Charlotte (una Patricia Marrero, un tanto epidérmica) es una concertista de talento, pero es tan ególatra que se olvidó de ocuparse de Eva, su hija (una magistral Aída López), cuando llega a visitarla surgirá una fuerte batalla verbal entre ambas donde resaltará una relación de amor odio que se  erige como un nudo gordiano difícil de ser desatado y como testigo casi silente, en una actitud contemplativa estará Víktor (José Carlos Rodríguez) un humilde pastor que es el esposo de la hija.
Complementa el reparto la joven  Diana Ávalos, la segunda hija, atada a una silla de ruedas, a su ser minusválido.  Con mínimos elementos escenográficos, una pasarela de madera, un piano y unas copas de vino  transcurre "Sonata de otoño" donde la hija deducirá que su madre es absurdamente extraña. Las piezas musicales de Chopin, y Bartok entre otros nos remiten a las emociones que se translucen en el duelo verbal de madre e hija.
Ignacio Ortiz entiende muy bien el universo de Bergman, ya lo había mostrado con su anterior puesta en escena de "Saraband"; "Sonata de Otoño" que se presenta hasta el próximo 15 de junio en el Teatro El Granero Xavier Rojas es una obra que deja en claro, que en más de una ocasión, la hija da a luz a la madre. Imperdible. 

0 comentarios:

Publicar un comentario