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jueves, 7 de marzo de 2019


JOAQUÍN SABINA Y SUS PRIMEROS 70 AÑOS

Él es un trovador posmoderno... un hombre que rasga su guitarra y con su ronca voz que más bien rapea ; nos habla desde muy adentro de la cartografía de su yo interno... 19 días y 500 noches que se convierten en "una orgía perpetua de sus decires y sus sentires". Él es Joaquín Sabina (1949, Ubeda).. una y otra vez se ha autorescatado del Boulevard de los sueños rotos... este 2019 cumple sus primeros 70 años... pues si bien la maquinaria corporal comienza a fallar en esta etapa de la vejez, en el caso de Sabina, su arte está más vivo que nunca.
Sabinísima es todo un artista en el sentido pleno de la palabra... como lo sigue siendo Joan Manuel Serrat (1943, Barcelona), con quien más de una ocasión han hecho mancuerna en conciertos y giras como en "Dos pájaros por un tiro",,, el catalán más calmo, el andaluz estridente.
Joaquín Sabina es un hombre intenso... un artista que lo mismo disfruta "Un hotel dulce hotel" que las correrías nocturnas presididas por el alcohol... y en algún tiempo, apoyado por la cocaína para ser como la "Patty Diphusa" de Almodóvar que tenía tan alto su PH en la piel que no dormía por días enteros..
Trovador posmoderno- que ya no canta en las plazas públicas pero sí en el teatro...le canta lo mismo al amor, que a la soledad ("Calle Melancolía")... le pueden dar las diez, las once, las doce y las tres... y él no cesa en su afán de decirse.
Hacia mediados de los 90 tuve la oportunidad de entrevistarlo en un Hotel de Reforma de la ciudad de México, un hombre sencillo, delgado, bajo de estatura... Acuariano, iba con una camisa azul oscura y pantalones beige... le llevaba mi libro "Bajo el paso del amor me hundo" (Editorial Praxis /1994)... con atención se puso a leer uno de los poemas que llevaba el epígrafe de una de sus canciones..
Además de que ha sido el único entrevistado que me ofreció una cerveza de su servibar.. y recuerdo que me dijo: "Yo soy el último que los acuesta a todos..." En lo personal, lo admiro, por la autenticidad de las letras de sus canciones, trovador posmoderno que delinea retratos del ser humano contemporáneo;  un artista total y totalizador... que en sus conciertos "prende a su auditorio".
2019, sus primeros 70 años, aún hay Sabina para rato.


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