Marguerite Duras
"La vida material"
Marguerite Duras (1914-1995) nunca se conformó; siempre se reconstruyó a sí misma. Sus textos, escritura continua sobre la cresta de las palabras, los reescribió una y otra vez. Su literatura apasionada, nunca pretendió ser definitiva.
Así tenemos por ejemplo Destruir dice que es una apología a la destrucción, la guerra y el conformismo burgués, dos mujeres y dos hombres se encuentran en un hotel aislado en el bosque, conforme los días pasan, cada uno de ellos experimentan un fuerte cambio interno que desembocará en un profunda transformación interna.
Duras siempre creyó que tan sólo "el pensamiento femenino" podría salvar al mundo, decía: "Los hombres siguen, las mujeres comienzan." En mayo del 68, ella se dejó llevar por una ola de feminismo extremista, se negó a seguir militando al decepcionarse de las promesas incumplidas del Partido Comunista y fue cuando optó por replegarse y concentrarse en su literatura, así como el cine y el teatro.
Marguerite Duras nació en 1914 en Indochina francesa cerca de Saigón y murió 81 años después en París. Su carrera literaria la inicia en 1943 con la publicación de "Los imprudentes", a la cual se sumarían una veintena de libros más. Sus historias retrataron a seres marginales o adúletros que buscan escapar de la alienación amorosa o de su soledad, a partir del viaje, el crimen o la muerte.
Sus textos tienen como columna vertebral, el deseo, el amor y la pasión unidos por lo general a la locura, el escándalo y el riesgo.
En uno de sus más bellos textos El mal de la muerte narra la vida de un hombre aquejado por la imposibilidad de amar, lo cual lo mata en vida.
Su escritura se caracteriza por una serie de imágenes fragmentadas, superpuestas que quiebran la narración tradicional de una historia y dan lugar a un relato que apenas se deja entrever. Alguna vez ella dijo en una entrevista: "Salto continuamente de un tema a otro, ho hay un orden cronológico porque no creo en él. ¿Qué interés tiene establecer una cronología? Es infantil..."
Siempre gustó de hacer uso de las técnicas de lo visual para que un hecho, se pudiera observar y aquilatar desde diversos puntos de vista, en momentos parece entregar guiones cinematográficos como pudiera suceder con su afamada novela El amante.
En su obra, lo esencial de la vida está en los detalles mismos. Cada gesto nos remite a la humanidad entera. Cada uno de sus personajes carga la apabullante soledad y angustia de todos los hombres. Marguerite Duras supo plasmar en sus textos la evanescencia del hombre moderno.
Sus últimos años de vida fueron sumamente difíciles, por estar atrapada en un cuerpo destrozado por el tabaco y el alcoholismo
Sin duda, ella se erige como una de las grandes escritoras del siglo XX.
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