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viernes, 5 de junio de 2015


"DESTINY" Y "PULMONES": DOS NOVEDOSAS PUESTAS EN ESCENA

Es tanta la oferta teatral que es difícil dar seguimiento a todo lo que se presenta en los escenarios y a ello aunado el hecho de las cortas temporadas, es necesario  ir seleccionando los montajes que se deseen ver.
DESTINY O EL CHISTE DE UN MAL CÓMICO.-  Esta farsa dirigida con gran creatividad por Ginés Cruz, aúna títeres-cabe decir que están estupendos y actores para brindarnos una ambientación gótica, que en momentos nos puede recordar  "Jack el destripador" "Destiny o el chiste de un mal cómico" fue escrita por Mariana Hartasánchez Frenk, quien fue Premio Nacional de Dramaturgia Manuel Herrera 2014.
Su texto dramático está presidido por una mordaz ironía, la obra fluye a buen ritmo, excepto en su final, que en lo personal lo siento de más; no había la necesidad de ser tan explícita.
El elenco encabezado por Gerardo del Razo, que está en muy buen nivel actoral, se complementa con los titiriteros Ix- chel Muñoz y Francisco Bahena Fonseca. Sobre todo las que están realmente deliciosas son las siamesas Molda y Holda.
El suspenso es uno de los hilos conductores de esta obra que se presenta los domingos a las 18 horas en La Gruta del Centro Cultural Helénico, hasta el próximo 16 de agosto.
"PULMONES" es una puesta en escena minimalista, tan sólo usa como escenografía dos bancos de plástico negros que se suponen fueron comprados en Home Depot, y bordea en torno al tema de la pareja, que se encuentra del todo indecisa, si debe tener un bebé o no, en este mundo un tanto paranoico y con múltiples problemas de población, ecológicos, de carestía, etc.
Esta obra escrita por el dramaturgo inglés Duncan Macmillan fue acreedora al Premio Off West a la Mejor Obra Nueva en el 2013, y ahora gracias a sus dos actores Roberto Cavazos (quien también hizo la traducción)  y Ana González Bello la podemos ver en escena en el Foro Lucerna, lunes y martes a las 20:45 horas hasta el próximo 28 de julio.
Alberto Lomnitz logra una puntual puesta en escena, apostando por la corporalidad y gestualidad de sus dos actores, quienes están muy bien, y logran conducir a los espectadores a su problemática existencial, donde es muy sencillo ir de la comunicación a la incomunicación; de la esperanza a un pequeño atisbo de felicidad, ida y vuelta.

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