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domingo, 31 de mayo de 2015


SÁBADO TEATRAL: "LAS CASAS CON OLOR A PEZ APESTOSO..." Y "UNA NOCHE EN LA PLAYA"

Da un gran gusto, que no obstante los tiempos difíciles que estamos viviendo, la propuesta teatral en la ciudad de México es amplia y para todos los gustos, pero cuando uno (a) quiere ver una obra debe hacerlo casi de manera inmediata, debido a que las temporadas cada vez son más cortas.
Es una delicia que una pueda organizar un sábado teatral. El día de ayer, por la mañana acudí al estreno de "Las casas con olor a pez apestoso dan asco", un divertimento escrito por Luis Eduardo Yee- montaje que tendrá temporada en el Bicho, sábados y domingos a las 13 horas hasta el próximo 28 de junio.
Es un montaje dirigido para niños y adolescentes, cuyo eje temático central es la complicidad amistosa y el deseo de pertenecer, un gigante (José Cremayer), acompañado por un astuto niño (Guillermo Villegas) se las ingenian para construir un tanque y partir a la búsqueda de esa casa ideal que sea acogedora y que tenga un aroma a unos crujientes hot cakes.
La puesta en escena que es creativa y ágil es de la autoría de  José Aurelio Vargas y con los mínimos recursos logra introducir a los espectadores en una historia tierna, no obstante algunos huecos narrativos.
Se trata de un nuevo trabajo de  Los Bocanegra, compañía fundada en 2009 que ha tenido valiosas puestas en escena como "Caos mental" que se presentará en La Capilla.
Y por la tarde vi una tragicomedia "Una noche en la playa" del dramaturgo español Javier Veiga, con dos buenas actuaciones a cargo de Odiseo Bichir como Klaus y un chispeante Alfonso Dosal como Manu.
Esta obra dirigida de modo puntual por Alejandro Ricaño nos ofrece una especie de diálogo de sordos entre Manu, un empleado playero y Klaus, un hombre extraño, que en apariencia es un turista.
Lo que inicia como una conversación totalmente intrascendente termina en un encarnizado juego del gato contra el ratón.  Es buena la escenografía de Patricia Gutiérrez Arriaga, quien también diseñó la iluminación. Esta obra se presenta de viernes a domingo en el Teatro Virginia Fábregas, y es una buena oportunidad para ver teatro comercial de calidad, que invita a una profunda reflexión del cómo en el mundo altamente globalizado el pez grande termina devorando al chico.

1 comentarios:

Catherine dijo...

Gracias por la crítica teatral que tanta falta nos hace.

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