Las relaciones familiares no son cuestión fácil y menos aún cuando la convivencia es con padres divorciados; con quien se alterna el estar. Así lo deja constar la ópera prima "Tanta Agua" (coproducción de Uruguay, México, los Países Bajos y Alemania, 2012), codirigida por Ana Guevara y Leticia Jorge (en la imagen), la cual fue estrenada en la pasada Berlinale en la sección de Panorama y que forma parte del 33 Foro Internacional de Cine Nacional.
Película minimalista que nos adentra en el contradictorio mundo de la frágil Lucía (una estupenda Malú Chouza), una adolescente melancólica que se encuentra un tanto desarraigada de su mundo cotidiano. Vacaciones en familia en un balneario de El Salto, Uruguay, vacaciones que resultarán un desastre por las contingencias climáticas, que se anuncia desde el título del filme.
Estamos ante una bella película, con buen formato cinematográfico, pero que a partir de la mitad se torna un tanto reiterativa, puesto que su anécdota es mínima. Acompañan a Lucía, su obeso padre Alberto (Joaquín Castiglioni) y su travieso hermano Federico ( Néstor Guzzini) y el cuarto personaje protagónico es el agua, como elemento obstructor, al tiempo que elemento que busca instaurar la asepsia del mundo.
El desasosiego de Lucía, es una batalla continua contra sus demonios interiores, y un permanecer distante, hacia la búsqueda de una auto protección. Es una adolescente ávida de ser acariciada, ávida ser entendida en su innegable hipersensibilidad.
"Tanta agua" tiene su toque de poesía, con sus imágenes acuosas, con ese su penetrar en la cotidianeidad de sus personajes.
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Película minimalista que nos adentra en el contradictorio mundo de la frágil Lucía (una estupenda Malú Chouza), una adolescente melancólica que se encuentra un tanto desarraigada de su mundo cotidiano. Vacaciones en familia en un balneario de El Salto, Uruguay, vacaciones que resultarán un desastre por las contingencias climáticas, que se anuncia desde el título del filme.
Estamos ante una bella película, con buen formato cinematográfico, pero que a partir de la mitad se torna un tanto reiterativa, puesto que su anécdota es mínima. Acompañan a Lucía, su obeso padre Alberto (Joaquín Castiglioni) y su travieso hermano Federico ( Néstor Guzzini) y el cuarto personaje protagónico es el agua, como elemento obstructor, al tiempo que elemento que busca instaurar la asepsia del mundo.
El desasosiego de Lucía, es una batalla continua contra sus demonios interiores, y un permanecer distante, hacia la búsqueda de una auto protección. Es una adolescente ávida de ser acariciada, ávida ser entendida en su innegable hipersensibilidad.
"Tanta agua" tiene su toque de poesía, con sus imágenes acuosas, con ese su penetrar en la cotidianeidad de sus personajes.
